En mantenimiento industrial, la información no solo debe existir: debe estar a la vista. La gestión visual en mantenimiento transforma datos complejos en señales simples, claras e intuitivas que facilitan la toma de decisiones rápidas y precisas. En plantas donde operan miles de activos y puntos de lubricación, esta estrategia no es opcional: es indispensable.
Aplicada correctamente, la gestión visual permite controlar mejor las operaciones, reducir errores en la lubricación, evitar contaminación cruzada y optimizar el uso de recursos. A lo largo de este artículo, exploraremos cómo aplicar este enfoque visual en la lubricación industrial mediante etiquetas, mapeo de puntos y sistemas de identificación.
La gestión visual es un sistema de comunicación que utiliza señales visuales para mostrar información esencial en el entorno de trabajo. Su principal fortaleza: no necesita ser interpretada. Un código visual bien diseñado puede ser comprendido al instante, incluso por quien no esté familiarizado con el área.
En mantenimiento, donde las condiciones cambian constantemente, los errores cuestan caro y el tiempo es limitado, esta capacidad de “ver para actuar” representa una ventaja operativa. Pero para que sea eficaz, es necesario eliminar la contaminación visual (información irrelevante o redundante) y tener una cultura sólida de orden y estandarización, por ejemplo, mediante la metodología 5S.
Beneficios clave de una gestión visual bien implementada:
El uso de tableros, carteles informativos, zonas de almacenamiento bien delimitadas y etiquetas estandarizadas fortalece el control visual sobre las actividades de lubricación. A continuación, como ejemplo, se presenta una imagen que ilustra diversos ejemplos de gestión visual Lean, incluyendo tableros Kanban, señalizaciones de seguridad y sistemas de etiquetado:
En medio de la gran cantidad de información disponible en operaciones y mantenimiento, la gestión visual nos ayuda a mantener el ambiente agradable y limpio, sin mayor contaminación visual, garantizando una mayor productividad y un mejor rendimiento para todos.
Las áreas de mantenimiento tienen necesidades distintas a las de producción: tareas impredecibles, tiempos variables y actividades no repetitivas. Además, la gestión visual no se trata solo de la gestión a la vista. La gestión a la vista es solo una parte de la gestión visual y abarca un conjunto de tableros, instalados en puntos de la planta, donde se colocan los principales indicadores, planes de acción y otra información relevante.
La gestión visual aplicada al mantenimiento es información importante que todo el equipo necesita para entender su significado e interactuar con datos que están directamente relacionados con la vida diaria. Por ejemplo, un indicador diario de "fallos y/o averías" de maquinaria y equipos, tablas con inspecciones rutinarias o incluso un simple cartel de atención que advierte sobre los riesgos de una determinada acción, como se muestra en la siguiente figura:
En lubricación, que es una subdisciplina crítica del mantenimiento, los errores pueden derivar en fallas catastróficas o incluso en la contaminación de productos finales (especialmente en la industria alimentaria). Una estrategia visual efectiva puede ayudar a:
La gestión visual se puede implementar, por ejemplo, con carteles de información importante en una sala de lubricación, como se muestra a continuación:
El primer paso hacia una lubricación eficiente es el mapeo detallado de los puntos de lubricación, también conocido como Carta de Lubricación. Esta herramienta es vital en industrias con miles de activos, como plantas de alimentos y bebidas, donde puede haber más de 10,000 puntos de lubricación activos y más de 20 lubricantes distintos.
La carta de lubricación implica un desglose completo de todos los activos de la empresa, desde su sector de ubicación hasta el punto donde se aplica el lubricante, añadiendo también los periodos y las cantidades de uso. Esta herramienta, muy habitual en el mantenimiento, facilita la gestión de miles de puntos de lubricación y ayuda a asegurar una lubricación eficiente en todos ellos. En general, la carta de lubricación incluye la siguiente información:
En medio de tanta información, no es difícil que la persona que va a realizar la lubricación se confunda y tenga dudas sobre qué lubricantes utilizar en determinados puntos. Para ello, podemos utilizar herramientas de gestión visual que nos apoyen y mitiguen este tipo de problemas, ayudando al lubricador en sus actividades. Y un buen ejemplo de herramienta son las etiquetas de los puntos de lubricación.
Las etiquetas de identificación para puntos de lubricación son una de las herramientas más eficaces de la gestión visual industrial. Su objetivo es simple: evitar errores humanos al garantizar que el lubricante correcto se aplique en el lugar correcto.
Estas etiquetas (también conocidas como pictogramas) deben estar presentes en:
Un sistema de etiquetas bien diseñado permite una comparación instantánea entre el envase y el punto de aplicación. Si las etiquetas coinciden, se lubrica. Si no, se consulta. Esto reduce significativamente la posibilidad de contaminación cruzada.
Actualmente, muchas empresas adoptan su propio sistema para la elaboración de etiquetas de identificación para puntos de lubricación. Muchos utilizan una combinación de colores y formas geométricas, incluyendo, en muchos casos, iconos que identifican el elemento mecánico que se va a lubricar. También está el sistema LIS, muy bien desarrollado por Noria, que combina el esquema de codificación de letras ISO 6743 con colores, formas y caracteres alfanuméricos de forma sistemática.
Entre todos los modelos propuestos, Interlub identificó una oportunidad para mejorar el estándar de identificación, tanto para simplificar aún más el modelo y facilitar la identificación visual rápida por parte del usuario, como para agilizar la producción de las etiquetas.
Para responder a las necesidades reales de los lubricadores en campo, Interlub desarrolló Lub-ID un sistema de etiquetas de gestión visual diseñado bajo un principio rector: simplicidad sin sacrificar funcionalidad.
Características de Lub-ID:
En la siguiente figura, te mostramos la anatomía de la etiqueta.
Una planta que ve con claridad, opera con claridad. La gestión visual es esencial en la industria, ya que conecta los datos y las personas a través de señales visuales intuitivas. Por decirlo de otra manera, la gestión visual es una forma de pensar: centrada en la prevención, en la eficiencia y en el respeto por el conocimiento operativo de quienes mantienen la maquinaria en movimiento.
Cuando los puntos de lubricación están bien identificados, cuando los lubricantes hablan el mismo idioma que los lubricadores, cuando todo está a la vista y nada se deja al azar, el trabajo cambia. Con las etiquetas adecuadas, los equipos pueden garantizar una lubricación adecuada, prevenir fallos y aumentar la eficiencia operativa.
Y cuando el mantenimiento evoluciona, toda la industria lo hace con él. Porque transformar la manera en que se lubrica también es transformar la manera en que se produce.
Cualquier apoyo que necesites en la gestión visual de su mantenimiento y lubricación, en el mapeo de puntos de lubricación para cartas de lubricación y en la elaboración de etiquetas para los mismos, nuestros consultores técnicos pueden ayudarte. Ponte en contacto con nuestro equipo, agenda una visita sin compromisos y démosle forma al cambio desde el mantenimiento.