Vacío científico impide desarrollo de lubricantes de excelencia

Los paradigmas de la industria dan lugar a un vacío científico que impide el desarrollo de lubricantes de excelencia. Aquí te decimos cómo esto afecta a tu proceso industrial.

Hay una abundancia de oportunidades desperdiciadas para obtener mejores niveles de desempeño mecánico, rendimiento económico y seguridad operativa a causa de hábitos de lubricación basados en paradigmas subjetivos, heredados de generaciones anteriores. A continuación, te compartimos cuáles son estos hábitos y lo que esto significa para tu proceso industrial.

Lubricación basada en paradigmas

Un paradigma es una creencia o hábito mental que influye en cómo actuamos. La industria, a pesar de basar sus actividades en fundamentos científicos, no está exenta de paradigmas subjetivos que determinan aspectos cruciales de su operación, incluyendo cómo lubrica sus equipos mecánicos. Estas son las creencias actualmente presentes en la industria que influyen en su lubricación:

“La lubricación es lo de menos”

En la industria predomina la idea de que los lubricantes son el elemento menos importante de un proceso mecánico. Por esto, las plantas buscan ahorros, en vez de optimizaciones, en su lubricación. Sin embargo, estos “ahorros” generan fuertes costos de energía, mano de obra, productividad y refacciones que vienen como consecuencia de esta forma errónea de pensar.

“Si no está roto, ¿para qué arreglarlo?”

Los departamentos de mantenimiento preservan prácticas de lubricación heredadas de generaciones anteriores. La base de estas prácticas obsoletas son los lubricantes convencionales y multipropósito, los cuales flaquean ante las exigencias y ritmos de trabajo actuales, muy distintas a las de hace décadas. Este rechazo a nuevas tecnologías y formas de trabajar sacrifica desempeño por comodidad y hábito.

“Aquí dice que usemos este lubricante”

Los fabricantes de equipos mecánicos indican al usuario qué lubricante usar. La base de estas indicaciones no es la extracción de desempeño del equipo, sino la disponibilidad comercial del lubricante para permitir una operación continua. Las plantas industriales entonces siguen estas indicaciones para agilizar sus procesos de mantenimiento y compras. Sin embargo, seguir ciegamente estas indicaciones impide que los equipos alcancen niveles de desempeño muy por encima de los prometidos por el fabricante.

Fricción y tracción: Nunca las protagonistas

Con este enfoque actual de la industria, basado en economía, comodidad y estandarización, deja de ser importante entender a profundidad la relación entre los dos componentes fundamentales de la lubricación: la fricción y la tracción. En vez de buscar nuevas formas de potencializar la relación entre estos dos fenómenos en condiciones operativas únicas para obtener nuevos niveles de desempeño, es más fácil simplemente tratar de reducir la fricción lo más posible, sin optimización alguna de la tracción.

Este desinterés en nuevas formas de potencializar la relación fricción-tracción genera un vacío científico que la química y la tribología no llenan. Si bien estas disciplinas comunes en la industria tratan temas de fricción y tracción, éste no es su enfoque—y aunque lo fuera, su alcance es insuficiente para llevar el estudio de la relación entre la fricción y la tracción a nuevos lugares donde podamos encontrar ganancias significativas en desempeño.

Excelencia inalcanzable

Sin una ciencia especializada en la fricción-tracción, los lubricantes de excelencia son inalcanzables. Resulta imposible identificar áreas de oportunidad y desarrollar optimizaciones en contextos de operación únicos, donde factores como la temperatura, la humedad y los ambientes contaminantes, entre otros, son completamente distintos, no solo de una planta industrial a otra, sino también de una línea de producción a otra dentro de la misma planta.

La falta de lubricantes de excelencia significa que procesos industriales como el tuyo estarán siempre atorados en los mismos niveles de desempeño, sin la opción de ahorrar en costos de energía, refacciones y mano de obra. Esta realidad además impide que disfrutes los beneficios de tecnologías bio-orientadas que, además de ser significativamente menos dañinas para el medio ambiente, simplifican tus procesos de mantenimiento e inspección de componentes mecánicos.

Un enfoque no común

Pero… ¿Qué sucedería si sí hubiera una ciencia enfocada en el estudio de la relación entre los elementos fundamentales de la lubricación? Una ciencia que inclusive llevara esto al siguiente nivel y cruzara conocimientos netamente científicos con aspectos sociales y logísticos, entre otros, para crear lubricantes que no solo contribuyeran a la estabilidad económica de nuestra sociedad, sino que también fueran más resilientes a la escasez de materias primas en tiempos de crisis, entre otras propiedades adicionales.

El enfoque no común que Interlub le da a su desarrollo de nuevas tecnologías nos coloca en una posición favorable para llenar este vacío científico en la industria. Este enfoque integra múltiples disciplinas de múltiples departamentos al estudio de la relación entre la fricción y la tracción. Cuando aplicamos este estudio nutrido de diversos puntos de vista, a múltiples escalas que van más allá de lo mecánico, obtenemos resultados no comunes que nos marcan un camino claro a los lubricantes de excelencia.

Continuará…

¿Quieres descubrir este camino claro a los lubricantes de excelencia? En el siguiente artículo de esta serie sobre Ciencia Fricción (sí, leíste bien), te diremos exactamente cómo es este estudio multidisciplinario a múltiples escalas que llevamos a cabo en Interlub para ofrecerte mejores tecnologías lubricantes que llevan el desempeño de tu proceso industrial a niveles extraordinarios. Da clic aquí para leerlo.

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