El departamento de mantenimiento juega un rol crucial en la gestión de los activos de una empresa, afectando directamente la productividad de las máquinas. En otras palabras, el ahorro de tiempo en la reparación de un equipo se traduce en un ahorro de tiempo en la producción. Un indicador importante para medir el rendimiento en mantenimiento es el MTTR (Mean Time To Repair), que determina el tiempo promedio necesario para completar una actividad de mantenimiento en los equipos.
Para reducir el MTTR, el equipo de mantenimiento dispone de herramientas esenciales, y en este sentido, las pastas de montaje han ganado popularidad como un elemento fundamental en el mantenimiento industrial. A continuación, te contamos todo sobre las pastas de montaje: desde su composición y tipos de aditivos hasta sus aplicaciones clave y beneficios para mejorar la productividad industrial.
Las pastas de montaje o pastas lubricantes son lubricantes semisólidos que comparten ciertas similitudes con las grasas en cuanto a composición y apariencia. Sin embargo, se diferencian en la proporción de aditivos sólidos. Mientras que las grasas contienen hasta un 5% de sólidos, las pastas de montaje pueden tener entre un 5% y un 30% (o más) de estos aditivos. Esto las convierte en opciones altamente eficaces para aplicaciones donde se requiere un alto rendimiento en lubricación.
Figura 1. Comparación de composición entre grasas y pastas de montaje.
Composición y tipos de aditivos en las pastas de montaje: las pastas de montaje se pueden formular sin espesante, siendo una dispersión de sólidos en un aceite base (mineral, sintético o acuoso). Los principales aditivos sólidos utilizados son:
Politetrafluoretileno (PTFE)
Grafito
Boro
Titanio
Zinc
Cada tipo de aditivo le otorga a la pasta un color característico, lo que permite identificarlas según su contenido.
Figura 2. Pasta de cobre y pasta de grafito para mantenimiento industrial.
Las pastas de montaje, formuladas con un alto contenido de aditivos lubricantes sólidos, ofrecen diversas ventajas en el mantenimiento industrial, especialmente en el montaje y desmontaje de componentes. A continuación, se enumeran algunos de los beneficios más destacados:
Facilita el montaje y desmontaje de piezas mecánicas sin dañar los componentes.
Reduce el esfuerzo para desmontar piezas ensambladas.
Protege contra el desgaste causado por tensiones superficiales elevadas.
Evita el efecto stick-slip (deslizamiento irregular).
Protege contra la oxidación y la corrosión y previene la tribocorrosión (desgaste por interacción tribológica y electroquímica).
Funciona como lubricante seco en condiciones de alta temperatura, soportando hasta 1200 °C.
Evita el contacto de metal con metal en condiciones límite, minimizando la fricción y el desgaste.
Previene el agarrotamiento (seize) provocado por el desgaste adhesivo.
Evita el falso apriete en uniones roscadas, asegurando una precarga adecuada con el torque aplicado.
Mejora la eficiencia energética, favoreciendo el ahorro en comparación con un régimen sin lubricación.
Una pregunta común sobre las pastas de montaje es si su uso en uniones roscadas podría favorecer el aflojamiento espontáneo del tornillo o la tuerca. Sin embargo, esto es un mito: la pasta aplicada al momento del montaje reduce la fricción en las roscas y la cabeza del tornillo, permitiendo una mayor fuerza de apriete con el mismo torque.
Imaginemos un caso típico en mantenimiento: un equipo necesita reparación urgente, y el equipo de mantenimiento recibe la solicitud para resolver el problema. Al intentar aflojar los tornillos que sujetan los componentes, estos están bloqueados, haciendo que una tarea que normalmente tomaría 30 minutos se convierta en un proceso mucho más largo, afectando el MTTR y, en consecuencia, la productividad.
Para integrar la pasta de montaje en las rutinas de mantenimiento, es importante que el equipo tenga fácil acceso a ella. Una estrategia recomendada es distribuir pequeños tubos de pasta entre los técnicos de mantenimiento, de manera que puedan usarla al ensamblar piezas sin necesidad de buscarla en almacenes. Esta práctica contribuye a mejorar la eficiencia en el mantenimiento preventivo y correctivo, ayudando a reducir el MTTR y, en última instancia, aumentar la productividad de la empresa.
La siguiente semana, profundizaremos sobre las condiciones en las que es necesario usar pasta de montaje y no tener que sacrificar la confiablidad de tus activos. Si tienes dudas o preguntas sobre la mejor pasta para tus necesidades específicas, contáctanos para recibir asesoría personalizada y gratuita en: https://interlub.com/contacto/.