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La lubricación especializada es clave para el rendimiento de los equipos industriales, enfrentando desafíos críticos como fricción, desgaste, vibración y temperaturas extremas. En sectores como el alimentario, esta tarea adquiere un nivel adicional de complejidad, ya que los lubricantes deben cumplir con estrictos estándares de seguridad e inocuidad para proteger la salud del consumidor.

En esta guía, desglosamos todo lo que necesitas saber sobre los lubricantes de grado alimenticio: sus aplicaciones, beneficios, regulaciones y cómo elegir los productos adecuados para garantizar la seguridad de tus procesos.

¿Qué son los lubricantes de grado alimenticio?

Los lubricantes de grado alimenticio, también conocidos como lubricantes alimentarios o food grade lubricants (FGL), son formulaciones diseñadas para minimizar riesgos en procesos que tienen contacto incidental con alimentos, bebidas o productos relacionados.

Se caracterizan por:

Fórmulas seguras y no tóxicas: Elaborados con materias primas aprobadas por organismos internacionales.

Propiedades tribológicas avanzadas: Reducen la fricción y el desgaste incluso en condiciones extremas.

Inocuos y estables: Son fisiológicamente inertes, insípidos e inodoros.

Estas cualidades hacen que sean esenciales no solo en la industria alimentaria, sino también en sectores como farmacéutica, cosmética, alimentación animal y más.

¿Dónde se utilizan los lubricantes de grado alimenticio?

Los lubricantes alimentarios tienen una amplia gama de aplicaciones, que incluyen desde rodamientos y cadenas en líneas de producción, equipos de ensamblaje de tornillos, superficies de bandas transportadoras, y moldes para pan y pastelería.

Muchas industrias requieren el uso de lubricantes de grado alimenticio en su operación para garantizar la no toxicidad de sus productos. Más allá del sector alimentario, los lubricantes de grado alimenticio son fundamentales en:

Industria farmacéutica: Para garantizar la pureza en medicamentos y suplementos.

Cosmética: Con tal de evitar contaminantes en productos de cuidado personal.

Empaque: Como en envases metálicos o embalajes de papel.

Industria de bebidas.

Industria de alimentación animal.

Estos segmentos de mercado necesitan un alto nivel de seguridad en sus procesos debido al trabajo directo o indirecto con productos alimenticios, ya sean de personas o animales, o cosméticos.

Regulaciones que garantizan seguridad e inocuidad

Tanto los fabricantes de lubricantes de grado alimenticio como las industrias alimenticias que consumen estos lubricantes deben cumplir con estándares internacionales y regulaciones nacionales, que pueden variar según el país donde operen. A nivel internacional, destacan:

HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control) y Buenas Prácticas de Manufactura (BPM),que establecen procesos para eliminar riesgos de contaminación.

Certificaciones como ISO 22000 y FSSC 22000que garantizan sistemas de gestión de inocuidad alimentaria.

En México, entidades como la COFEPRIS y la Secretaría de Salud regulan el manejo de alimentos, estableciendo normativas como:

NOM-251-SSA1-2009: Principios de higiene en la preparación de alimentos.

NOM-030-ZOO-1995: Lineamientos para la producción de alimentos para animales.

Calidad en la fabricación de lubricantes de grado alimenticio

Ante esta demanda de lubricantes no tóxicos por parte de la industria alimentaria, se han desarrollado varias normas y reglamentos para establecer estándares y niveles de calidad para la formulación y fabricación de estos productos. Los estándares internacionales también guían la fabricación de estos productos.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) fue pionero en el tema al comenzar con los registros de aprobación y cumplimiento de lubricantes de grado alimenticio, dividiéndolos en las categorías USDA H1, USDA H2 y USDA H3, de acuerdo con el nivel de contacto del lubricante con los alimentos.

A partir de septiembre de 1998, la organización independiente sin fines de lucro National Sanitation Foundation (NSF) reemplazó al USDA en nuevos registros de lubricantes de grado alimenticio. Desde entonces, los órganos responsables de cada país se basan en las certificaciones de la NSF para reglamentar el mercado, siendo el NSF H1 el registro reconocido a nivel global que asegura que los componentes del lubricante sean seguros para contacto incidental.

También existe la norma ISO 21469:2006 para el registro de lubricantes de grado alimenticio. Este estándar va más allá de lo requerido en la certificación USDA H1 o NSF H1. La principal diferencia que se presenta es que, además del análisis de los componentes de la receta de lubricante, también se evalúa el proceso de fabricación del lubricante para ver si es adecuado y seguro, evitando cualquier tipo de contaminación desde el manejo de las materias primas hasta el embotellado del producto terminado.

Figura 1 – Principales diferencias entre ISO 21469 y registro NSF H1

La lista completa de lubricantes certificados como ISO 21469 se puede encontrar en: https://info.nsf.org/Certified/iso_21469/. Pero la lista general de la NSF ya muestra todos los registros: https://info.nsf.org/USDA/psnclistings.asp.

En Interlub, nos enorgullecemos de ofrecer una gama completa de lubricantes certificados NSF H1 e ISO 21469, asegurando máxima calidad y cumplimiento normativo en cada formulación.

El compromiso de Interlub con la seguridad y la innovación

Como líder en soluciones de lubricación industrial, Interlub entiende que la seguridad e inocuidad no son negociables. Por ello, nuestra línea de lubricantes de grado alimenticio está diseñada para cumplir los estándares más exigentes de la industria.

Invertir en lubricantes de grado alimenticio no es solo una cuestión de cumplimiento normativo; es una estrategia para proteger tu reputación, garantizar la seguridad del consumidor y optimizar el rendimiento de tus equipos. En Interlub, te acompañamos en este camino con soluciones personalizadas, confiables y sostenibles.

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