La humedad es un factor perjudicial para los rodamientos en tu maquinaria, ya que reduce considerablemente su duración. Los efectos del agua pueden ser de diferentes grados, desde la corrosión del lubricante o el desgaste acelerado en los mecanismos, pero lo cierto es que, si no se previenen o solucionan a tiempo, pueden agravarse y provocar una cadena de problemas que afectarán tu productividad enormemente.
Por eso, la resistencia al agua de los lubricantes es tan fundamental como el tratamiento correcto de los metales para fabricar el acero. Por ejemplo, si se utiliza un lubricante multipropósito, que no pueda soportar condiciones extremas de humedad, se produciría oxidación y corrosión en tus mecanismos, lo que reduciría significativamente su duración.
El principal daño que causa en la maquinaria es la herrumbre que produce partículas muy duras (abrasivas), más que el acero, y que aumentan el desgaste por fricción. Además, el agua hace que el lubricante sea más propenso a la contaminación con aire, lo que es peligroso sobre todo en sistemas hidráulicos y compresores.
Por otro lado, el aire atrapado por el agua también reduce la capacidad de transferir calor del fluido, lo que eleva la temperatura, pues las burbujas de aire actúan como aislantes térmicos.
El exceso de agua también puede causar la fragilización por hidrógeno, que se produce cuando el agua se descompone en oxígeno e hidrógeno, y este último se adhiere a las superficies metálicas. Esto hace que las superficies sean más duras, pero menos flexibles, y que los rodamientos (con régimen elastohidrodinámico) se agrieten y desprendan material sólido.
El agua en un tanque de lubricante también provoca la formación de lodos, que son principalmente resultado de la oxidación del aceite lubricante (o degradación), pero que también pueden causar otro problema, como el aumento de la viscosidad del aceite y afectar su eficacia. El agua favorece la oxidación y la hidrólisis del aceite base, la degradación y el arrastre de aditivos, ya que su naturaleza polar atrae las zonas polares de los aditivos hacia las gotas de agua. Además, el agua estimula el crecimiento microbiano (contaminación biológica de hongos y bacterias) que contribuyen a degradar más el aceite y a obstruir los filtros.
A diferencia de los lubricantes estándares o multipropósito, las grasas especializadas están diseñadas para responder correctamente a las condiciones más críticas de tu operación. La creencia de que un lubricante estándar funcionará de la misma manera en todos tus mecanismos, sin importar el entorno en el que se encuentra, es muy equivocada.
Si tu proceso operativo enfrenta condiciones de agua y humedad críticas, el lubricante ideal para combatirlas debería contar con propiedades como mayor resistencia a la degradación oxidativa, características de pronta demulsibilidad, entre otras.
Recuerda que lubricantes estándar no son suficiente para garantizar el funcionamiento correcto de tu maquinaria en casos donde las condiciones de operación son más extremas, como puede ser la humedad.
Para casos donde la presencia de agua es demasiada que puede ocasionar grandes daños a la confiabilidad de tu proceso industrial, lo más recomendable es contar con un lubricante especializado para desafiar el desgaste, la fricción y las fallas constantes.
En Interlub nos enfocamos en el desarrollo, fabricación y distribución de lubricantes especializados a partir de la comprensión de las necesidades específicas de cada uno de nuestros clientes.
A continuación, describimos brevemente dos casos de éxito, en los que nuestros técnicos técnicos se sumergieron más allá de la superficie, donde rodamientos sufrían bajo condiciones húmedas extremas, y lograron identificar que el problema radicaba en la selección del aceite base de la grasa.
En el primer caso, una compañía siderúrgica lidiaba con paros no programados y un alto consumo de lubricante debido a la constante exposición al agua. Interlub intervino, recomendando Uniplex EXP 2, una grasa con espesante complejo de aluminio y poliurea, que formaba un sello protector contra contaminantes externos y resistía las cargas pesadas.
El cambio a esta grasa especializada resultó en una disminución del 35% en el consumo de lubricante y un aumento del 184% en la vida útil de los equipos, traduciéndose en ahorros de más de $100,000. Esto no solo mejoró la eficiencia operativa, sino que también reforzó la sostenibilidad de la planta.
Una empresa líder en la fabricación de tubos de acero ilustra la importancia de una grasa adecuada en entornos industriales desafiantes. Antes, enfrentaban altos consumos de lubricante y paros no programados debido a una lubricación deficiente en los rodamientos de sus enderezadoras, sometidos a condiciones extremas de temperatura y contaminación.
La implementación de la grasa Sintaplex Steel 2, resistente a condiciones corrosivas y de altas temperaturas, resultó en un ahorro del 50% en lubricante y recuperación millonaria en producción, eliminando paros no programados y extendiendo la vida útil del equipo.
Si tu proceso industrial enfrenta condiciones extremas de humedad, altas cargas, temperatura, entre otras, agenda una visita con nuestros consultores técnicos, quienes junto analizarán y buscarán la mejor opción en lubricación para que alcances todo el potencial en tu proceso.